28 de noviembre de 2016

Ángulo muerto.

El título del artículo, en alusión a una película protagonizada por Nicolas Cage, titulada "Tokarev". Trata de la vida de un antiguo miembro de la mafia irlandesa que consigue salirse de la organización  y hacerse un hombre de negocios respetable. Tiene una hija que va a cumplir 17 años, estudiosa y educada, que una noche en la que su padre está en una reunión de negocios, ella, que se queda con unos amigos, es secuestrada y asesinada . El padre, a pesar de ser avisado por la policía de que no se entrometa, lía la de San Quintín, y con sus antiguos compinches terminan matando y muriendo. Al final, resultó que los amigos de la chica, sin querer y jugando con una pistola rusa, que tenía en casa su padre, le dispararon accidentalmente y asustados montaron este teatro. Para mí la parábola de esta película es que al final, "El que la  hace la paga". 
El protagonista,  que con 17 años cometió su primer asesinato y robo a un mafioso ruso, al que mató con la misma pistola con la que mataron a su hija, cuando iba a cumplir justo esa edad, pensó que era una venganza.
Un policía le explicó el caso de atropello a su hijo, que fue ingresado de urgencias. Sólo pensaba en usar su arma reglamentaria contra el conductor y matarlo, si su hijo moría. Su hijo se salvó y días más tarde fue al lugar del incidente y comprobó que en el lugar de los hechos había un ángulo muerto en el que ningún conductor podía haber evitado atropellar a su hijo que pasó con su bici justo por ese sitio.
A pesar de ser avisado, de que a lo mejor no era lo que pensaba,  y ésto no fue una excepción, actuó de esa manera salvaje, porque pensó que era algo contra él,  por lo  hecho en el pasado, y resultó que su propia conciencia le pasó factura.
Esto es sólo una película, pero esta ficción no difiere mucho de la realidad. Lo que sembramos, en mejor ó peor cuantía cosecharemos. Por eso creo, que hay que actuar siempre en conciencia de cada uno y afrontar las consecuencias de lo bueno y lo malo que hayamos hecho.
Mi experiencia personal, me ha enseñado con los años, que mientras más hagas por los demás sin pensar primero en tí mismo, aunque parezca egoísta, hará que en muchos casos, te lleves desengaños, y que sientas que a los que has ayudado son unos ingratos que además,  hagas lo que hagas, a la primera que te equivoques te criticarán. No se puede generalizar ni exagerar hasta el extremo, pero en mayor ó menor medida ésto es así.
Y luego te queda el resquemor, que no sirve sino para que te sientas peor.
También es cierto que, nosotros no vemos nuestros fallos, porque no somos objetivos, y es muy posible, que hayamos perjudicado a otros, aunque no sea "a conciencia".




12 de julio de 2016

El estanque.

Primero que nada agradecerle a mi amigo Jose Luis Mota, octogenario profesor de literatura retirado, el que me haya puesto a escribir este blog, que va cogiendo forma. 
Dicho ésto, usaré a mi manera un extracto de su libro "Crisis de madurez", en el que expone, que llegado el momento te aceptes sin ninguna traba.
Algo así, como Bruce Lee con su frase,"Be water my friend". Fluye entre las piedras y a favor de la corriente. No estamos acostumbrados, pero, creo que no queda otra,  para tratar de ser lo más feliz que se pueda. 
Por cierto, si aceptas las cosas tal y como vienen, puede que no seas más feliz, pero tendrás un problema menos.
Dicho ésto, cuantas veces nos hemos planteado empezar de cero, porque estamos cansados del entorno que hemos creado, ó que nos ha tocado vivir, según se mire. 
Cuando tienes 20 y pocos años, y has disfrutado de tu juventud, puedes hacerlo. Tienes la ilusión de convertir en realidad lo que tienes en la cabeza. Por lo menos, como nos han educado. 
Conseguir un buen trabajo, emparejarte con alguien con quien formar una familia, crear un hogar en una casa lo más a tu gusto posible. Comprarte un buen coche. Tener unas buenas vacaciones... Y vuelta a empezar.
Cuando tienes todo eso, puedes ver que las cosas no son como las planteastes.
Que tu pareja no es como tú quisieras, ó tú no eres como quisiera ella. Que tus hijos son fantásticos, pero, empiezan a tener sus propios mecanismos de defensa ante el tirano que pretende que sean como él quiera que sean... 
En fín. ¿Y ahora? Empezar de nuevo cuando tienes casi medio siglo. Y aunque así fuera, quien te asegura, aún con toda tu experiencia, de que una vez  hayas construído tu nuevo castillo en la playa, no vendrá la marea  y se lo llevará todo.
Es raro ese vacío, en el que comprendes que ya no eres tan necesario para los tuyos, ó te das cuenta de que no vale la pena malgastar esfuerzos por los demás,  porque, en el mejor de los casos, ya saben manejarse por sí solos, ó eso creen ellos. Que ya es bastante. 
Has montado un tinglado y ya no mandas sobre lo que has logrado. Ó tú no respetas lo que has  logrado. Pero sobre todas las cosas, no terminas de aceptar que las cosas no son como tú quieres que sean. 
Cuando llegue el día, en que todo se venga abajo, porque venir vendrá, tienes opciones. Como mínimo dos. Empezar de nuevo tu castillo, ó mantener el tuyo, aunque ya no sea sólo tuyo. Quiero que entiendas, que el primer caso, tienes a favor la experiencia, pero estarás más cansado. En el segundo caso, casi no tienes que hacer nada. Lo que sabes, ya no sirve. Mantenerte en tu sitio, te ocasionará sufrimiento. Te has preparado para los que vienen a conquistar tu castillo,  pero no, para los que viven dentro de él. Si te vas, volver a comenzar será duro y puedes fracasar en el intento. Pero así es la vida. Ningún mar se mantiene en calma por siempre. Además, sería muy aburrido. 
Y ésa es la segunda opción. Mantenerte en el "confort" que has creado, que ya no es tan agradable, porque tendrás que lidiar con los tuyos. Y ésto la historia lo conoce bien. El ejemplo más claro, el de Julio César, que sobrevivió a todas sus batallas y murió a manos de los suyos. Pero para ser objetivos, algún motivo habría. O al menos, para los que lo asesinaron. 
Bueno, sin llegar a los extremos, es lo que veo en mi entorno más inmediato. También es cierto, como dije antes, que aceptar las cosas como vienen, no nos hará más felices, pero nos quita un problema. 
De hecho, llegados a este punto, tratamos de disfrutar más de la vida, tal y como la conocemos, sin agobios, acudiendo con más regularidad al gimnasio  ó leyendo más, ó estando más en la playa. Sin embargo no es la panacea tal y como nos la habían pintado. 
Muchos de los que lo tenían todo, lo dejaron para dedicarse a los demás, aún a costa de su propia vida. El Ché Guevara, San Juan de Dios, y un largo etcétera, de los que conocemos sus momentos de entrega a los demás, y no sus comienzos.



16 de junio de 2016

Todos queremos ser felices.

Ayer estuve en una charla sobre la felicidad. Lo impartía un  grupo de terapeutas que han montado una historia en torno a ésto. Y es  que ahora mismo vende mucho. A mí me llamó la atención, la forma en que presentaron la charla. 
El hecho de que no consigamos la felicidad a través de las cosas materiales. Una vez conseguidas, incluída la lotería nacional, esa felicidad es efímera y dura, como mucho, un semestre. Luego volvemos a la infelicidad (decaimiento, apatía...) ó como quieran llamarlo. Es cierto que perseguimos cosas, y,  al alcanzarlas, nos damos cuenta de que no era eso lo que buscamos. Sea un coche, una nueva casa, un nuevo trabajo. Siempre queremos más. Y me gustó el último ejemplo que dió. Iba sobre las espectativas. Son tan altas en este tiempo que vivimos que son imposibles de cumplir.
 Puso el ejemplo de como su madre le decía cada vez que lo veía que porqué no tenía novia todavía. El le decía que no había encontrado a la mujer de su vida. Guapa, inteligente, que le gustase todo lo que a él...
Y claro, su madre, no lo entendía, porque en su época las espectativas para casarse, pasaban con que, aparentemente fuese una buena persona y trabajador. Punto pelota. Así, claro, cualquiera era feliz. En una época en la que vivir ya era una quimera.
Yo puse del ejemplo de la felicidad, a través de la ilusión, que es en la que más creo. 
El día que fuimos a la inaguración de un restaurante, el camarero que nos atendió, rebosaba simpatía por doquier. Nos ofreció lo que no tenía en la carta, que nos iba a encantar... Sólo le faltó tocarnos una ranchera.
Al año siguiente, el trato fue correcto, pero poco más.
Al año siguiente, sólo le faltó tirarnos el plato desde la cocina. No fuimos más.
Estaba quemado, desilusionado, aburrido e infeliz. Quizás sólo fuera en el trabajo, pero, en mi opinión, se traslada al resto.
Lo digo por experiencia. Cuando tienes todo por lo que has luchado, aunque sea en su grado mínimo. Cuando te das cuenta de que el dinero no da la felicidad. Cuando ves que tener más propiedades ó cosas no te hace estar pletórico. Cuando estás aburrido de todo y te mantienes firme y no rompes con todo, en mi caso, por la familia, para que mis hijas salgan adelante y les vaya bien. Chungo, falla algo. Este terapeuta tampoco pudo darme la pócima de la felicidad aunque lo intentó, de hecho  me mantuvo  alegre, pletórico y feliz. Un día.
Sus fórmulas las pongo en un "post-it", nunca mejor dicho, al pie de página. Para quien le sirva.
Además, y ésto me dejó más tranquilo, nos contó, que según unos estudios, por suerte ó desgracia, el grado de felicidad depende en un alto porcentaje de nuestra genética. Sí. Han oído bien. La genética heredada de padres felices ó no, se transmite. 
¡Estoy jodido! Ahora lo entiendo. Mi padre es un tipo que ha buscado todas las maneras posibles de ser infeliz. A toda costa. Y resulta que se trata de lo contrario. Buscar maneras de ser feliz. Ese cultivo incesante nos lo ha transmitido a mí (seguro) y posiblemente a mis hermanos. Cada uno de nosotros hemos luchado ya de adultos contra ésto, pero, la única manera de romper con ésto pasaba por no pensarlo. Es decir, estar continuamente entretenidos para no darnos cuenta de esa infelicidad. Lo veo en mi padre, que, ahora jubilado, sólo tiene tiempo para dejar de vivir el presente y trasladarse a todo lo malo que le pasó en el pasado. Que si trabajó demasiado. Que si se aprovecharon de él. Que si nadie lo quiere. Que si todo el mundo está contra él...
El enlace que les paso a continuación está muy bien, por si le quieren echar un vistazo.

Como ser feliz.



17 de mayo de 2016

Apatía.

Es posible que sea yo, o que hoy es un día gris y feo, pero veo por la calle a la gente desmotivada, desilusionada, sin alegría. Entiendo al que no trabaja y no llega para vivir con la ayuda del gobierno,ó peor aún, al que no tiene ningún tipo de ingreso. Al pequeño empresario que cada vez paga más impuestos por sus servicios que cada vez son menos. A los trabajadores con contrato temporal que trabajan 14 horas diarias cuando sólo cobran 7. A los trabajadores fijos que están aburridos de siempre lo mismo, porque el compañer@ trabaja menos que él y gana el doble.
En fín, no estamos contentos con nada. Lo peor es  que lo transmitimos a nuestros hij@s.
A pesar de animarles a que estudien y saquen buenas notas, no estamos seguros de que eso les sirva para tener un buen puesto de trabajo el día de mañana en el que lo ganen bien para poder disfrutar de muchas cosas materiales, como unas buenas vacaciones, un buen coche ó una buena casa.
Aunque por mi experiencia, la realidad es que nunca lo conseguirán, aunque lo tengan, porque no estamos satisfechos con nosotros mismos. Estamos aburridos de oir a diario como políticos, banqueros, jueces, príncipes y demás, a pesar de tener mucho dinero, no tienen suficiente, y tienen que conseguir más de forma fraudulenta. La verdad es que ésto siempre ha pasado, pero ahora no se escapa ni el Rey.
Igual este momento de cambio, sea para bien, ó que Dios nos coja confesados, porque nadie más lo hará.
Resulta surrealista como muchas cosas que vemos en películas de ciencia ficción las estamos viviendo en la realidad. Ya no nos quedamos perplejos ante nada, porque cualquier cosa es posible.
Pero, lo peor de todo es que estamos impasibles ante lo evidente. Cada vez, nos queremos menos, a nosotros y a los demás.A base de abuso sobre el prójimo, hemos creado una desconfianza que llega hasta lo más interno de la familia. De ahí, que cada vez hayan más divorcios, más agresiones verbales entre personas que se "quieren" y que no. Sé que es fácil decir, que tener paciencia y tomarse las cosas con tranquilidad y no darle  importancia a casi nada, porque la realidad, casi nada lo tiene, pero es así. Si lo vemos todo desde otro prisma, podemos comprobar, que nos hemos ó nos hemos dejado meter en una vorágine de la que es difícil salir. Pero se puede.









25 de marzo de 2016

Sobre el oficio de vivir bien.

Antes de resumir en pocas palabras  este libro de Gaspar Hernández, personaje de mi quinta, debo reconocer que lo que hace es algo como lo que he hecho en este blog en sus últimos artículos. Recoge un poco de lo mejor de otros autores, filósofos y médicos en su mayoría. Lo agita todo bien, y saca un batiburrillo de cosas muy interesantes. Para los que hemos leído ya muchos libros de este género, debo reconocer que siendo un librito que te lo puedes leer en un sólo día tranquilamente, como he hecho yo, puedes aprender un montón sobre el oficio del enunciado.
Por partes. Por un lado nos advierte de que al no llevar la felicidad en nuestros genes, sino el instinto de supervivencia, debemos conquistarla con un trabajo personal. Nos dice que antes era  más fácil todo, porque desgraciadamente, las familias tenían asumidas sus funciones de una manera rígida y no tenías que plantearte lo duro que era todo.
Se compara la vida con un viaje en tren, en el que no pedimos entrar ni nos dicen cuando bajar, sino que, podemos fastidiarnos a nosotros ó al prójimo, ó amar a los pasajeros, contemplar el paisaje, etc.
Nos habla de la gente que se siente fracasada como personas, a pesar de tener todo tipo de lujos materiales. Lo soluciona buscando las respuestas dentro de tí, a las  preguntas que están afuera. Si te preguntas si  hoy es tu último día de vida, ¿Querrías hacer lo que vas a hacer hoy? Si no es así empieza a estar al servicio de lo que la vida te diga.
En el capítulo 3 toca un tema en el que estoy absorto todavía.  Nos pide que seamos conscientes del los pensamientos que nos asaltan, y lo llama meditación. Creo que aquí confunde términos. La meditación es la ausencia de pensamientos. Lo otro es estar en el presente, en el ahora mismo. A ésto se le está denominando mindfullness. Esto es más fácil de conseguir si cabe. En ello estamos. Sorprendiéndonos cada vez que intento estar en el presente y me pillo pensando en otra cosa, como, por ejemplo, que hace mi mujer al lado mío, mientras escribo este artículo.
Para ésto hay técnicas, como la de buscar soluciones a los problemas cuando surjan y no antes, que es una pérdida de tiempo y energía. Si nos sale bien, estupendo, y si no, a otra cosa mariposa.
Dejar de vivir en el pasado, de una vez y por todas. Perdemos mucha energía en ésto. Es difícil de coj... pero más fácil que meditar, seguro.
Una cosa me ha quedado clara. El hecho de que en países como India, vayan tan lentos y nos exasperen si al meterles presión van más lentos todavía. Es una enseñanza de que vamos a una velocidad terrible, que ya nos está pasando factura psicológica.
Otra cosa. Al movernos por el juicio de los demás, no pensamos por nosotros mismos sino por lo que nos han metido en la cabeza desde pequeños, buscando que los demás nos aprueben. Aunque si alguien nos critica, en realidad, nos confiesa sus temores, sus inseguridades y sus frustaciones.
Es difícil comprender que la fuente de bienestar está en nosotros, cuando nos  hemos maleducado en contenedores como la familia, la tribu, la religión, como elementos inmutables que nos salvaguardaban del desequilibrio psicológico. Aguantaban cualquier vendaval. 
Y ahora... Nos encontramos desnudos y solos. Y la realidad es más feroz que nunca. La tecnología, el conocimiento que muchos han tardado años en recopilar lo tenemos en internet en minutos, la igualdad de la mujer, que por cierto, ha trastocado a muchos hombres, más que les pese, la desaparición de muchos valores...
Menos mal que nos queda el fútbol, dirán algunos.
Tal y como perseguimos la felicidad, lo único que tenemos garantizado es la frustación, porque ante todo, lo importante es la serenidad y el equilibrio. EN TODO.
Si tenemos una adversidad ( o eso creemos) salir fortalecidos de ella. (Resiliencia).
No preguntarse porqué ésto me ha pasado a mí, sino, para qué me va a servir.
Y ten seguro, que ante todo, si sonríes a la vida, ella te sonríe también. ¡Créetelo!















18 de marzo de 2016

El libro del ego de OSHO.

Tanto Jesucristo como este personaje han sido considerados, cada uno en su tiempo, como unos mercachifles del tres al cuarto. En el caso de este último, charlatán y degenerado. Eso leo en su biografía. Un líder hindú que formó una secta. Que se enriqueció con ella.
Pero lo que leo en su libro me ha dejado pasmado. En mi opinión, se  han aprovechado de este individuo, como se aprovecharon de Jesús para, en nombre del hijo de Dios, vivir a cuenta de los más inocentes. ¿Ó no?
La máxima de Osho consiste básicamente en no reprimir nuestros impulsos naturales. Entre otros, el sexo no puede reprimirse, va contranatura. No culpa a los sacerdotes católicos de abusos a menores, porque, de alguna manera, sean ó no homosexuales en una época de represión, ya que, buscaron una salida a sus impulsos naturales. Se amparaban en su hábito para no salir maltrechos, pero todo se ha destapado ya.
Lo que no sale de manera natural, sale por otro lado. Mucho peor.
En líneas generales, da la solución a todos nuestros problemas, mirando en nuestro interior, comprendiendo lo absurdo que es todo lo externo. Lo que pienses sobre tí, piénsalo sobre los demás para que el ego desaparezca, respetándote a tí mismo y no haciendo caso a la mente, sino en último lugar, después de tu ser y tu corazón.  ¡Qué bonito!
De ahí, y ahora lo entiendo más claramente, que habiendo amor es imposible que hayan guerras. La falta de amor desata el odio. No hay término medio. Y vale para todo.
Insiste en no volvernos contra nuestra naturaleza, pues lo que te hace feliz es bueno, y lo que te hace infeliz es pecado. Punto. Iluminémonos estando en armonía con la naturaleza, acabando con nuestra personalidad y haciendo renacer la individualidad.
Quien se libre del pasado, está libre también del futuro, quedándole sólo el "ahora", siendo libre para VIVIR.
En cuanto reconozcas que tú eres el responsable de tu vida, lo demás es sencillo. Amate y no necesitarás echarle la culpa a otro de tus desgracias.
Amén.






24 de febrero de 2016

Ahora es lo más importante.


Esta sentencia tan simple pero tan profunda, no es mía, es de Eckart Tolle, una especie de Dalai Lama occidental, que me ha golpeado con fuerza, en algo, en lo que estaba fallando constantemente. Y muchos de nosotros. Comernos el coco continuamente. Con lo pasado y con lo futuro. No vivir el momento presente, es la mayor calamidad a la que estamos sometidos actualmente, por lo menos yo. Hasta hoy. Este hombre te dice primero que no te tomes tus pensamientos en serio, porque la mente pensante es sólo un pequeño aspecto de la consciencia que eres. Te pide que observes la sensación de estar aburrido e inquieto, en vez de buscar algo que hacer continuamente, como comer por comer, ver la tv, tapar un agujero que no es necesario en este momento... Nos agobiamos con estas historias. Esto te puede enseñar a descubrirte.
Cuantas veces hemos visto a un conocido que hace mucho tiempo que no ves, y tras la alegría y saludo correspondiente, se dicen que a ver si un día quedan para tomar un café, y luego, pasa un lustro, y vuelves a encontrarlo y vuelta a empezar. No hay mejor momento que el momento presente, para todo.

La felicidad es un estado normal del ser humano, pero cada uno la persigue de forma diferente, según sea su carácter.
La obligación es una libertad de segundo grado. Es interesante, porque te evita tomar decisiones.
El protocolo dice que quien no se hace notar es un ejemplo de distinción y elegancia, pero, como lo sabemos, si no te haces notar. Esto lo vemos en las convenciones y reuniones de importancia, donde todos los hombres van iguales, por ejemplo de smoking. Todos van elegantes, pero ninguno resalta sobre el otro. Pero, claro, cuando las mujeres empezaron a acudir con sus maridos ó no, a estas galas, se rompió la regla. A ver cual de ellas es la más guapa.

Mindfulness. Atención al presente.

Estoy realizando en estos momentos el mismo curso del título de este artículo, online y semipresencial. 
En síntesis, los ejercicios que se proponen para alcanzar esta ausencia de pensamiento pasan por estar atentos a la respiración al menos en ocho momentos del día, desde que te despiertas hasta que te acuestas, pasando por momentos como la ducha y el cepillado de dientes.
Atentos a la inspiración y la expiración y no pensar en nada en esos momentos. Es difícil de coj...
Creo que hemos llegado a esta situación de estar en piloto automático, casi continuamente por una educación incorrecta de nuestros progenitores, entre otros.
El mismo agobio al que estamos sometiendo a nuestros hijos para que sean algo el día de mañana, por lo que deben ser aplicados, etc, etc. 
Hemos avanzado tanto, en tan pocos años, que, lo que no vieron la mayoría de nuestros abuelos, que tenían que trabajar todo el día para poder sobrevivir, y, no tenían tiempo de comerse la bola sobre cosas como, que hago aquí, cual es mi propósito en esta vida ...
Hoy en día, pese a quien le pese, tenemos más tiempo libre para plantearnos muchas cosas que antes eran imposibles. De hecho, el índice de suicidios es más elevado en los países más desarrollados, donde todas las necesidades como el alimentarse, el vestirse, donde dormir, que película ir a ver, que viaje vamos a realizar este año, a qué eventos voy y a cuales no, etc. 
En contra de los países subdesarrollados, donde el sobrevivir día a día es un milagro, y a nadie se le ocurren estas cosas, si no es que hacer para comer y llegar al día siguiente para continuar viviendo.
En mi opinión, estamos asistiendo a un momento de cambio, en el que la desesperanza por tener cubierto, incluído el tiempo de ocio y el no tengo ilusión por nada, porque tengo todo hecho ya, y no me queda nada por hacer, y por eso no quiero tener tiempo para mí, porque, tengo que tener todo el día ocupado con las actividades de los niños, el trabajo, ir a comprar el par de zapatos que me puede hacer falta el próximo fin de semana si al final voy a la boda de la hija de mi primo...
Esto ya casi no se sustenta. Se está desmoronando todo lo que hemos montado a nuestro alrededor. 
Nos han bombardeado tanto y de tal forma, que ya no nos damos cuenta, que no necesitamos ganar más dinero para comprar la TV de última generación, y ahora no podemos porque nos han recortado el sueldo, estos cabrones que viven de lujo, haciéndose ricos a mi costa.
No nos damos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos y más...
Sólo hay que pararse un momento y no pensar. Piénsenlo.

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11 de febrero de 2016

Un poco de Stamateas.



He terminado de leer "Quiero un cambio" y "Heridas emocionales" de Bernardo Stamateas, y, debo reconocer, que de todo lo que está cayendo en mis manos, saco algo positivo. En este caso, resumiré en pocas palabras, lo que me ha parecido más interesante de este autor.

Quiero un cambio.

1.-Fuimos creados seres libres para dominarnos a nosotros mismos, no a otro ser humano.
2.-Cuando miras los defectos de los demás, estás revelando que ese es el defecto que está en tu vida.
3.-No esperes nada de nadie y serás libre respecto de la gente.
4.-Si tu sueño es grande, grandes serán los problemas.
5.-Si la causa de mi dolor viene de afuera, soy esclavo del afuera.
6.-La vida se mide por los logros obtenidos.
7.-Para tener una alta tolerancia debes ser libre de la gente, para poder servirla. Da todo lo que puedas pero no esperes nada de nadie.
8.-Una persona construye la felicidad cuando sabe que su estado interior no depende de su entorno, sino de lo que cultiva en su interior.
9.-Cerrar el pasado es abrir el presente.

Heridas emocionales.

1.-La respuesta a lo que sembrastes llegará a tu vida. Esta ley se cumple siempre.
2.-No cojamos mochilas (emocionales) que no nos pertenecen.
3.-Si aprendes de un dolor, cuando vuelva ya no  podrá dominar tus emociones porque habrás aprendido a vencerlo.
4.-Debemos alejarnos de las personas tóxicas para gozar de una buena salud física y mental.
5.-La venganza más completa es el perdón. Nos permite tener paz en el presente, perdonando el dolor del pasado.
6.-Resiliencia : Capacidad de transformar el dolor en fortaleza. Suelta el lastre que cargas y tendrás el éxito.
7.-Respetémonos, reconociendo lo que podemos y lo que no podemos hacer.
8.-Tómate la vida como un milagro y no como una lucha y disfruta de ese milagro.
9.-No veas los problemas como un pozo sino como un túnel en el que hay que seguir hasta ver la luz.
10.-Como vemos una actitud, determinará el resultado.
11.-Actúa cada día como si estuvieras en medio de un milagro y cuando llegue habrás sido parte de él.