Estoy realizando en estos momentos el mismo curso del título de este artículo, online y semipresencial.
En síntesis, los ejercicios que se proponen para alcanzar esta ausencia de pensamiento pasan por estar atentos a la respiración al menos en ocho momentos del día, desde que te despiertas hasta que te acuestas, pasando por momentos como la ducha y el cepillado de dientes.
Atentos a la inspiración y la expiración y no pensar en nada en esos momentos. Es difícil de coj...
Creo que hemos llegado a esta situación de estar en piloto automático, casi continuamente por una educación incorrecta de nuestros progenitores, entre otros.
El mismo agobio al que estamos sometiendo a nuestros hijos para que sean algo el día de mañana, por lo que deben ser aplicados, etc, etc.
Hemos avanzado tanto, en tan pocos años, que, lo que no vieron la mayoría de nuestros abuelos, que tenían que trabajar todo el día para poder sobrevivir, y, no tenían tiempo de comerse la bola sobre cosas como, que hago aquí, cual es mi propósito en esta vida ...
Hoy en día, pese a quien le pese, tenemos más tiempo libre para plantearnos muchas cosas que antes eran imposibles. De hecho, el índice de suicidios es más elevado en los países más desarrollados, donde todas las necesidades como el alimentarse, el vestirse, donde dormir, que película ir a ver, que viaje vamos a realizar este año, a qué eventos voy y a cuales no, etc.
En contra de los países subdesarrollados, donde el sobrevivir día a día es un milagro, y a nadie se le ocurren estas cosas, si no es que hacer para comer y llegar al día siguiente para continuar viviendo.
En mi opinión, estamos asistiendo a un momento de cambio, en el que la desesperanza por tener cubierto, incluído el tiempo de ocio y el no tengo ilusión por nada, porque tengo todo hecho ya, y no me queda nada por hacer, y por eso no quiero tener tiempo para mí, porque, tengo que tener todo el día ocupado con las actividades de los niños, el trabajo, ir a comprar el par de zapatos que me puede hacer falta el próximo fin de semana si al final voy a la boda de la hija de mi primo...
Esto ya casi no se sustenta. Se está desmoronando todo lo que hemos montado a nuestro alrededor.
Nos han bombardeado tanto y de tal forma, que ya no nos damos cuenta, que no necesitamos ganar más dinero para comprar la TV de última generación, y ahora no podemos porque nos han recortado el sueldo, estos cabrones que viven de lujo, haciéndose ricos a mi costa.
No nos damos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos y más...
Sólo hay que pararse un momento y no pensar. Piénsenlo.