30 de diciembre de 2014

Igualdad de sexos.

Como tengo dos hijas, así deseo que sea, pero en realidad, y sin querer que me tachen de machista, he podido comprobar como la igualdad de sexos, en realidad no está siendo así, en favor de la mujer. Aunque en realidad oímos por la televisión y otros medios sobre el maltrato a la mujer, muchas realidades son del tipo : "Me he tenido que marchar de casa porque sino es que mato a mi mujer, y, ahora tengo que vivir debajo de un puente". Es curioso como desde Adán y Eva, donde ésta última tentó a Adán a comer de la manzana prohibida, cuando ya lo tenían todo, la mujer se ha visto sometida al yugo del hombre hasta hace pocos años. Tal es así que, cuando la Virgen María le dijo al Angel, que ella era la esclava del señor y que se hiciese en ella según su palabra, la mujer se limitaba a ser poco más ó menos esoo con su señor, y ésto amigo, lo pude comprobar por mí mismo hace 30 años, cuando contaba yo con 15, donde veía como mi abuelo no sometía a sus antojos a mi abuela, por lo inteligente que ésta resultó ser, pero que no se le ocurría contradecirle, y, aunque quizás este sistema no era el más correcto, había un orden preestablecido que funcionaba, cosa que hoy no veo por ningún lado. Lo que veo actualmente es que los padres de familia son las madres de familia, porque, en las familias que no son monoparentales, porque el padre se ha quitado de en medio, los padres, en teoría, tienen los mismos derechos, pero, la realidad, es que los padres masculinos pierden esa idiosincracia para pasar a ser uno más, que, además, han perdido su estrella de sheriff, por la de un vulga ayudante. Las familias tradicionales de toda la vida, padre, madre e hijos, han pasado a ser un grupo familiar sin un norte bien definido. A mí particularmente me quema el esófago cada vez que reprendo a alguna de mis hijas por algún capricho ó mimo que la madre va enseguida a defenderle con alguna excusa tonta, y cómo tú, para no discutir miras para otro lado, y, vez en el reflejo del espejo del salón, la risilla malévola de ese hijo que viene a decir: "Vaya parece que papá no manda mucho con mamá delante y como a ella puedo vacilarla sin problemas, creo que ésto pinta a República Bananera..." ...De todo corazón, me gustaría equivocarme en el pronóstico, pero, me temo, que somos una especie en extinción, de las que somos quedaremos algunos zánganos para poder continuar con la fase reproductiva antes de ser devorados, y eso mientras no se encuentren otros sustitutos para este menester.