2 de febrero de 2020

¿Vivir para siempre?

Es probablemente uno de los artículos más duros que escribiré nunca, pues me está afectando personalmente.
De cualquier manera que lo enfoque, son muy pocos los que estarán de acuerdo conmigo, puesto que, nos han educado bajo una religión (aunque cualquier religión  a la postre es igual), que nos ha adoctrinado de tal forma, que no nos deja separarnos de nuestro seres queridos de una forma natural.
En la edad de piedra ó más recientemente en la conquista del oeste americano, los indios mayores, cuando ya sabían que eran una  carga para su familia, porque no podían andar largas distancias, ó por lo que fuera, se iban a descansar el sueño eterno a una montaña. Era natural. Lo contrario, era contranatura, ponía en peligro al resto de la familia. 
Y es que, los padres están para cuidar a lo hijos y no al revés. Nos obstinamos en mantener con vida a nuestros seres queridos, cuando ellos ya no pueden valerse por sí solos, y ésto trae una serie de problemas en todas las familias, a los que no sabemos hacer frente de una manera natural. 
Que si la Dependencia no funciona, que si las residencias de mayores no están al alcance de todos. Que si ésto, que si lo otro...
Hasta hace unos 20 años las enfermedades degenerativas cognitivas, como el Alzheimer ó la Demencia Senil, no llegaban a aflorar como hoy, porque el individuo moría por algún fallo orgánico que acababa con pararle el corazón. Era lo lógico y natural. No somos inmortales.
Hoy somos tan "listos" que hemos inventado pastillas para hacer que los órganos sigan funcionando, pero no hemos sido capaces de inventar nada para el deterioro de la mente. 
Está bien que tomemos 20 pastillas, si queremos, para seguir funcionando, siempre y cuando podamos valernos por nosotr@s mismos, y nos acordemos de tomarlas para seguir viviendo. Pero si no es así, si no nos acordamos de beber, de comer, no conocemos a nuestra familia, nos desorientamos a los 10 minutos de estar en un sitio, entonces,  que Dios coja confesado al que nos tenga que cuidar, porque nadie más lo va a hacer.
Llevo 20 años viendo como muchas familias se destruyen cuando ya no pueden más y desatienden a su familia por estar más horas de las que disponen cuidando de su mayor, porque éste no se vale por sí mismo, sabiendo en la mayoría de los casos, que ya no está en nuestro mundo, y, que no va regresar, porque cuando se entra en ese túnel, hay que entrar sólo y no llevarnos por delante a los que tenemos alrededor. 
Insisto, no es culpa del que entra en el túnel, sino, de los que entramos con ell@s, porque no sabemos que otra cosa hacer, y porque no  queremos dejar que siga ese camino sól@. 
Aparte del que dirán de mí si no lo hago y un largo etcétera.
Sólo deseo que mi generación, dentro de unos años, y cuando veamos que llega el final y no podamos continuar, poder disponer de una pastilla roja y otra verde, para que combinadas, sentados en nuestro sillón favorito, una vez escrita una carta de cariño a los nuestros, y viendo nuestra peli favorita, crucemos al otro lado, tranquil@s, sin vernos denigrados a lo que veo en la actualidad.