25 de septiembre de 2018

Lobos, ovejas y perros pastores.

El título del artículo lo tomo de la película "EL francotirador" de Bradley Cooper, donde el padre del protagonista, en un momento del film, le compara a las personas con estos tres animalitos. 
En la inmensa mayoría están las ovejas, porque se dejan llevar como rebaño según las reglas establecidas y no son peligrosas.
Los lobos, que no dudan en atacar y comerse a las indefensas ovejas aún estando en el rebaño porque no oponen resistencia.
Sin escrúpulos, hacen lo que les viene en gana. 
Y por último los perros pastores que defienden el rebaño, les dicen por donde tienen que ir y hacia donde.
A la mayoría nos han educado como ovejas. A no hacer daño, a seguir las reglas establecidas. A estar  bien considerados. A  pasar desapercibidos...
En el mejor ó peor de los casos, a ser una oveja negra, que destaque sobre las demás.
No voy a mostrar las equivalencias en roles de cada animalito, por según que sector de la sociedad. Cada uno se lo puede ya imaginar. Cuando menos, algo de razón si hay en esta similitud.
Claro que, no es el caso que nos narra la película. Justo al contrario. Los americanos, dueños y señores del mundo roban y aniquilan al más débil, con justificaciones baratas. Éste trata de defenderse como mejor puede. Su mecanismo de defensa es lo que conocemos como terrorismo, nunca justificado, pero ésta es la única piedra en el zapato del primer mundo, sobre todo los ya mencionados anteriormente, que para justificar las grandes fortunas de los traficantes de armas, entre otros grandes lobbys (tanto legales como ilegales), hacen su agosto con el sufrimiento humano y por supuesto, su estupidez.