12 de enero de 2018

Desidia.

Un título feo para comenzar un año tan bonito, pero es mi impresión plasmada en papel. Metafóricamente hablando, claro está. No sé si soy yo sólo, pero advierto una desgana y un mal servicio allá donde voy. Según oigo por la radio, salarios bajos para muchas horas de trabajo. Mala atención en los Centros de Salud, etc. Quizás en este segundo caso, sobresaturamiento, porque, en realidad los médicos mandan a hacer una analítica a la mitad de la población por una simple gripe. Con el costo económico y de recursos que ésto supone, a lo mejor sólo el 5% de esa gente realmente la necesita.Los médicos sabrán, aunque a lo mejor no quieren problemas del tipo, por si acaso.
Los chicos que empiezan a trabajar en un comercio, por ejemplo, desde que entran están deseando salir para marcharse a su casa a jugar a la play, ó a fumar canutos, ó a tomar una cerveza con la pareja, amigos...
No sé. No quiero ser como mi padre cuando a mi edad decía que su generación era más dura que la mía, porque trabajaron más y más duro. Empiezo a creerle porque reconozco que mi generación, que se ha hecho a sí misma, ha tenido más oportunidades que la de mis padres, pero la que me precede es que no sólo lo han tenido todo, sino que no se les ha dado la  oportunidad de aprender a hacer casi nada por sí mismos, salvo estudiar, en el mejor de los casos.
Y por ello, se sienten sobreexplotados cuando tienen una jornada de 8 horas, en las que tienen su break para desayunar,  para un cigarrito, y para escaquearse también. No es de recibo, el mal servicio y la falta de profesionalidad que veo donde quiera que voy. Aunque no es generalizado, es verdad, si lo veo con demasiada regularidad y no me gusta.
A todos nos gustaría vivir mejor, y a todos nos gustaría ganar más, y a todos nos gustaría no hacer nada y ganar dinero gratis, si es posible, aunque, estoy seguro de que ésto que queremos no es lo que más nos conviene, porque no hemos nacido para estar ociosos todo el día, sino para ser útiles, a nosotros y a los demás. Y la actitud que llevamos, a pesar, de vivir mejor que nunca, es la peor de todos los tiempos.
Está bien reivindicar cosas pero lo que pretendemos en general ya va contra natura. Lo digo en mi humilde opinión. A lo mejor no tengo razón y estoy siendo igual que mi padre a mi edad, del cual pensaba que no sabía de que estaba hablando.