30 de mayo de 2023

Hábitos atómicos.

 Sobre este libro de James Clear, recomendado por mi compañero M.A., he de decir que no he podido leerlo íntegramente, porque no me resultaba atractivo en su totalidad. No obstante, usa muchos ejemplos para ratificarse y yo, como siempre, he entresacado lo que más me ha llamado la atención.

En pocas palabras, nos dice que las pequeñas batallas que ganamos a diario son las que definen nuestro futuro.

Que el cambio puede tardar años antes de manifestarse de manera intensa en un momento.

Que los buenos hábitos como el ejercicio, meditar, llevar un diario y meditar parecen funcionar durante unos días, pero luego se vuelven una molestia.

Es difícil cambiar los hábitos si no cambias las creencias subterráneas que te condujeron a las conductas pasadas que que quieres cambiar. Tienes una meta y un plan pero no te has transformado a tí mismo.

"La meta no debe ser el fín, sino la consecuencia de unos hábitos".

Y dichos hábitos no consisten en obtener algo, sino en convertirse en alguien. Para ello debes preparar tu ambiente. Así las acciones futuras serán más sencillas.

Nos enseña herramientas. Entre otras, la regla de los dos minutos. Un nuevo hábito debe llevarnos como mucho ese tiempo, para iniciarnos en él.

Cuando te sientas bien y genuino en lo que haces, sabrás que estás en la dirección correcta. Para ello,  debemos olvidarnos de lo aprendido por nuestra sociedad y entorno. 

Nos da el ejemplo del agua hirviendo sobre una papa y sobre un huevo. A uno lo ablanda y al otro lo endurece. Así, nos permite decidir si ser parte de un juego en el que sea mejor ser duro ó suave...

... Por ello, quien es tieso y duro es un discípulo de la muerte.

Quien es suave y flexible, es un discípulo de la vida.

Lo tieso y duro se romperá.

Lo suave y flexible prevalecerá...

   -Lao Tsé-


El éxito es un sistema de mejora contínua que hay que estar siempre refinando...

Un apunte suyo sobre la felicidad, en el que estoy de acuerdo.

La felicidad es la ausencia de deseos. Si no quieres cambiar tu situación actual es que estás bien. No sientes la necesidad de sentirte diferente. Por ello estás feliz. No quieres cambiar de estado. Pero, ésto es pasajero, porque siempre habrá algún deseo que surge.






16 de mayo de 2023

Todo está en tu cabeza.



Tras un parón de unos meses, después de la edición del libro "Melianus" en diciembre de 2022, que recoge la mayor parte de los artículos contenidos aquí, retomamos el blog, en esta ocasión dedicando un comentario sobre el libro "Migraña, una pesadilla cerebral" de Arturo Goicoechea, un eminente Neurólogo. Sin desperdicio.
Este libro, recomendado por Rafael Santandreu en su última conferencia en Gran Canaria, viene a decirnos en pocas palabras que la enfermedad que lleva el título de su libro está en la mente del paciente, que puede haberlo heredado de algún familiar, pero no genéticamente, sino por haberlo vivido en su infancia como normal. 
Paso a relatar escuetamente algunos párrafos de su manuscrito.

Nos cuenta que el mundo actual, genera bastante malestar en forma de dolor, desánimo y desasociego. Y estamos en la "Sociedad del Bienestar" que según él, potencia el malestar. La "civilización" nos pasa algún tipo de factura.

Cuidamos a nuestros retoños con especial cuidado hacia lo peligroso. Vivimos más, pero sufrimos y nos alarmamos mucho. Por nada.

Nuestro organismo, como las grandes ciudades, está poblado de todo tipo de individuos celulares: autóctonos, emigrantes, turistas, donantes, despistados, delincuentes, especuladores... No hay que fiarse de ninguno. Hasta "los de casa" pueden crear problemas.

Disponemos, al menos, de los mínimos de subsistencia (alimento, agua, cobijo y amparo social). La expresión "mi hij@ no come nada" no hace referencia a que no tenga que comer, sino que no quiere comer...

En fín, todo hace pensar que el organismo necesita esforzarse para estar bien. De ahí, por ejemplo, el efecto beneficioso del ejercicio sobre la salud.

Nos dice que el dolor no es daño. Que el dolor nos alerta, porque el organismo recibe informes alarmistas. También comenta que tenemos mucha información sobre salud y enfermedad, pero que no garantiza que estemos bien informados.

También nos advierte, que tras la falsa ciencia, se desarrolla la verdadera, la altruista, sin servidumbres de mercado. Muchos profesionales que desarrollan la verdadera labor que no interesa a los "alternativos". Cada cual que saque sus propias conclusiones. Estoy de acuerdo con él... Y le doy las gracias por compartir algo que no es de dominio público.

Y para finalizar nos deja un único consejo, en tercera persona:

Racionalice, controle el conocimiento, las tendencias emocionales del cerebro, alimentadas por la cultura alarmista.