De este libro del filósofo Fernando Savater, que trata sobre los principales filósofos de la historia, desde Sócrates hasta la actualidad, voy a destacar un poquito de alguno de ellos, que me parece relevante.
Aunque trata exquisitamente a los clásicos como Sócrates, Platón, Aristóteles, pasando luego por Santo Tomás de Aquino, y continuando con Hobbes y su Leviatán (monstruo formado por muchos hombres con una cabeza pensante), me paro un momento en Descartes, con su "Pienso luego existo". Este hombre desarrolla con inteligencia el despertar del hombre para que a partir de su propio pensamiento descubra la certeza y así conocer el camino que se debe seguir para llegar al conocimiento y la verdad.
Nos anima a no ser corderitos que debamos fiarnos de lo que nos dicen.
Hoy en día, la manipulación a que nos vemos sometidos por los medios de comunicación, por ejemplo.
De David Hume, nos anima a leer sus "Diálogos sobre la religión natural".
De Bertrand Russell a leer su "Historia de la filosofía occidental".
De Spinoza a leer "Etica".
De Karl Marx me quedo con su idea de que la jerarquía es la que nos mueve. Por ello, unos poseen tanto y otros trabajan para éstos y para su propia subsistencia.
De Schopenhauer me quedo con lo de que cada individuo no tiene otro lugar que el presente y si nos reconciliamos con él, somos invulnerables, porque el ser siempre es "ahora" y la muerte llega "luego".
Su metáfora de los puerco espines es contundente. Ni tan alejados que pasen frío, ni tan cerca que se pinchen.
De Theodor Adorno, me quedo con que nos advierte del mal de la cultura de masas. Del acceso a todo e inmediatamente.
Pero el que me ha dejado mejor sabor de boca, es sin duda, Jean Paul Sartre, porque según él estamos condenados a ser libres. Cuando justificamos cualquier acción porque no se puede hacer otra cosa, este hombre nos dice que actuamos de mala fé, puesto que en verdad deberíamos decir que elegimos no hacerlo. Nos pone el ejemplo del esclavo, que puede negarse a hacer lo que le piden, aunque le suponga la muerte.
Y por último, me quedo con el "todo lo que es tiene su razón de ser" de Gottfried Leibniz.