Una culebra de Arizona se metió en una granja y entró en un almacén donde habían herramientas colgadas. Le gustó un sierra y quizo hacerse su amiga. Al acercarse, sinuosamente, se cortó y llena de ira la enrolló para estrangularla y ella sóla se mató.
La moraleja de esta fábula es que la ira no nos lleva a nada bueno. Pero desde mi punto de vista, cuando algo te hace daño, aléjate lo más que puedas y no mires atrás. Y si no puedes, procura mantenerte lo menos cerca posible.