Para no extenderme en detalles, lo que estamos viviendo a través de los medios de comunicación sobre que si los corruptos por aquí, los sinvergüenzas por allí, es algo que hemos estado viendo a lo largo de la historia moderna de la humanidad, y me atrevería a decir también, que desde el inicio de los tiempos.
Me hace gracia escuchar al Jordi Evole, ó al sr. Revilla de Cantabria, con que impunidad, enaltecen a las masas con algo que ya estamos viendo por nosotros mismos, para su beneplácito y beneficio. Esperemos que no los pillen en nada, para que no tengan que probar su propia medicina.
No trato de justificar a estos elementos, que para su beneficio, se enriquecen de maneras más ó menos fraudulentas con dinero público ó no.
No justifico que Urdangarín, haciendo gala de su posición, simplemente, se haya enriquecido, pero me parece patético, que la gente haya caído en esta burda trampa, si no es por que pensaban, que de alguna manera les iba a beneficiar también.
Cómo en pocos años hemos cambiado la forma de pensar, por que nuestros intereses no fueron en la misma línea que la de los que se hicieron ricos. Cómo mirábamos para otro lado, porque el que menos tenía un amigo en un organismo que le adelantaba un papel que le ayudaba en alguna gestión.
Qué gracia cuando Lola Flores dice a toda España, que su hijo se libró de la mili porque conocía al General de turno que le había echado un capote. Y cómo al día siguiente lo iba a buscar un coche de la policía militar por lo mismo.
En fín, si así "semos más europeos", bienvenido sea. Pero la triste realidad, es que, aunque cambiemos las formas, la realidad es que unos pocos seguirán tomándonos el pelo.
El ejemplo más claro, el de la marioneta de Trump, al que unos pocos manejan a su antojo, para sus propios intereses, claro está. Y amigos, este maneja algo más que unos cuantos millones de dólares, sean ó no del erario público.