30 de enero de 2017

La Diosa Fortuna.

Este es parte del título de un ensayo de Jorge Bucay. La segunda parte del libro lo dedica enteramente a narrar el mito griego de la Fortuna, y, está entretenido. Pero la primera parte desarrolla una teoría con la que estoy relativamente de acuerdo. El hecho, de que, de alguna forma, la suerte esté más del lado de unos que de otros. Entiende que la gente que está quejándose de su mala suerte, sin hacer nada para remediarlo, la atrae en mayor medida que los que no lo hacen. O los que ven en la "mala suerte" una oportunidad para sacarle partido a esa experiencia, transformándola en algún tipo de beneficio. 

Nos dice humildemente, (teniendo en cuenta que es Argentino) que no considera que su fama sea más merecida que la de otros que en su misma línea, a los que nadie los conoce. Nos habla de los agradecidos, de los envidiosos, de los entusiastas y de los mezquinos, que lejos de mirar por sus intereses, viven para hundir a los que les va bien.

Nos transmite una sentencia suya que me gustó mucho y que viene a decir en pocas palabras que, debemos ser responsables de lo que hacemos y decimos y de lo que no hacemos ni decimos.

Entiende que lo atractivo de la vida se apoya en el desconocimiento de lo que nos pueda suceder, porque de no ser así, sería terriblemente aburrido. Nos pone el ejemplo de los partidos de fútbol. Si supiésemos de antemano el resultado, aunque ganase nuestro equipo, seguramente no tendríamos mayor interés en ir a verlos.

De los mitos morales, que aparecen en todas las sociedades y representan declaraciones de principios, pero también una infinita lucha entre el bien y el mal.

Nos da como talismanes las siguientes sentencias :
_ Aférrate a tus sueños.
_ No permitas que te abandone el buen humor.
_ No te olvides de ser agradecido.

Con todo ésto, yo que lo he probado, no tienes ninguna garantía de tener más suerte, pero el prisma cambia radicalmente, en mi opinión.

En resumidas cuentas, nos quiere hacer entender que, si no te equivocas, no puedes convertir tus sueños en realidad. Ninguna decisión es menos afortunada que la de esperar un resultado diferente haciendo lo mismo de siempre.

A todo ésto tengo que añadir algo que me dijo mi amigo Jose Luis hace pocas semanas, que trataba sobre lo patético que le resultaba la gente (en la que me incluyo), que no hacía sino quejarse de lo que hubiese hecho hace años con la experiencia que tiene ahora, y claro, no nos vale el típico "Lo pasado, pasado, y lo hecho, hecho está". Y es que, tiene razón al decir que en ese momento hicimos lo que creímos correcto. No es posible hacer algo en un momento dado sino sabes como va a salir. De hecho, como dijimos al principio, si supiésemos todo de antemano, no haríamos nada, lo que sería muy aburrido. ¿No?