No puedo evitar hacer referencia a este experimento de John Calhoun cuando veo la sociedad actual en la que vivimos. El parecido es algo perturbador, porque a pesar de las quejas de la gente, jamás se ha vivido con más libertad y seguridad que ahora, y sin embargo, el miedo, la apatía y la agresividad social están en auge.
Voy a copiar literalmente un artículo de la Wikipedia sobre el experimento de referencia, que inició con unas pocas ratas, a las que se les abasteció de todo:
"Para el día 560, la población alcanzó los 2.200 individuos (frente a los más de 3.500 que podría albergar el Universo 25), y para el día 600 su crecimiento se detuvo por completo. Los machos mostraron desinterés y, en ocasiones, conductas agresivas hacia las hembras. Las hembras abandonaron a sus crías, o las descuidaron. Pocos ratones sobrevivieron al destete; a partir de ese día hubo algunas pocas preñeces, pero ninguna cría sobrevivió. Incluso cuando la población volvió a los niveles iniciales del experimento, no se registraron nuevos nacimientos. Los ratones que aún podían reproducirse, como "los hermosos" (“the beautiful ones”) y algunas hembras que se escondían en los niveles más altos de la jaula, habían perdido la capacidad social para hacerlo llegando a mostrar cambios en la orientación sexual. La colonia se dirigió a la extinción. De alguna manera, las ratas experimentales habían dejado de ser ratas, incapaces de tener relaciones sociales. Una especie de "primera muerte", como la definió el propio Calhoun. Una muerte social que precedió a la muerte física."
No obstante, sin ánimo de querer ser un perturbador, insisto en mi teoría de hacer lo que esté de nuestra mano, mientras podamos, dejar de quejarnos y, como decía un conocido mío, "lo que dure, dure"...