En este libro que forma parte de una trilogía, el autor nos cuenta que el pensamiento se ha desarrollado de tal modo y sin control, que usurpa el lugar de la realidad y la persona piensa pero no vive.
Lo resumo (y añado cositas) en tres apartados (asímismo resumidos):
El Ego:
De la mente oscurecida sólo pueden brotar desdicha y malestar, propio y ajeno.
Nada pesa tanto como las ideas insanas, trastos inútiles de la trastienda de la mente.
Tanto dudo, que no actúo; tanto pienso, que no procedo.
Debemos entrenar la mente diariamente para desligarnos de experiencias pasadas.
La aceptación consciente es una clave para el sosiego y empieza por la aceptación de lo que uno es, aceptando, por ejemplo, a los demás sin exigencias ni expectativas.
Las personas conflictivas lo son consigo mismas y con los demás. Si cambiasen el enfoque deseando ó aceptando lo que rechazan, la cosa cambiaría radicalmente.
La crítica a los demás es la crítica a nosotros mismos. Si destacas lo peor de los otros, es porque sólo ves lo peor de tí mismo.
Utiliza siempre un vocabulario cuerdo, preciso y amable. Te ayudas a tí mismo y a los demás.
Los cuatro tipo de relaciones:
1.-El aislacionista: Sólo se abren en apariencia. Viven aislados.
2.-El manipulador: Con la excusa de querer ayudar, someten a los demás.
3.-El dócil: Actúan desde el sometimiento. Necesitan luz ajena para gravitar, duplicando así su prisión. La propia y la del que rinden pleitesía.
4.-El genuino: Es cooperante, libre, entrega sin dependencias, comunica, es sosegado y tolerante.
Aunque muchas veces tengamos que cambiar nuestras actitudes, porque dondequiera que vayamos habrá personas intolerantes y agresivas, debemos verlas como ejemplo de aquello en lo que nosotros nunca deberíamos incurrir, tomándolos como "maestros en ese sentido".
El planeta está plagado de líderes ciegos que conducen a otros ciegos a despeñarse. Cada uno debe apelar a su propio intelecto y ver en esos conductores a personas que sólo tratan de afirma su ego y explotar a todo el que se le ponga delante.
La Felicidad:
Cuantos más deseos tengas, mayor tu sufrimiento. Cuantos más deseos abandones, mayor tu gozo.
En la medida en que limpiamos nuestra mente, contribuímos a la felicidad de los otros. Con sosiego, generosidad, claridad de mente... Y así en nuestra representación existencial habremos dañado lo menos posible a los demás, y, por ende, a nosotros mismos.
El autoconocimiento se realiza mediante la observación a nosotros mismos y la autovigilancia, no lo encontrarás ni en los libros ni en las conferencias...
El mundo está sobrado de idiotas a los que les tiene sin cuidado la dicha de los demás. Actúan como si ellos sólo poblaran el planeta. Desacreditan y denigran a los demás... Pero, al final, son su propio castigo; ¿Qué otro castigo peor puede haber?
Para que te quede claro: Cuando nos damos cuenta de que no sólo los demás pueden estar en lo cierto, sino que muchas veces nos equivocamos al creernos en poder de la razón, serás sabio.
La Meditación:
A mayor apego, más sufrimiento; a mayor odio, más dolor. Con la meditación modificamos los modelos de conducta mental que generaban desdicha y abrimos la senda a la Felicidad.
Cuando consigas deleite en aquietar la mente, con certeza habrás ganado la batalla de la liberación.
Cuando debas ocuparte de algo, activa tu mente para que se ocupe de ello. Cuando hay algo de qué preocuparse, desactiva tu mente para que no se preocupe de ello. ¿Es simple, verdad?
Práctica:
Atención a la respiración : Al inhalar te saturas de sosiego y al exhalar liberas cualquier sensación de desasosiego.
Atención a las sensaciones : Trata de cortar el pensamiento en su raíz, aún cuando surja otro, y así, sucesivamente, impidiendo que el pensamiento fluya en la mente.
Y RECUERDA : TÚ ERES TU MAYOR MAESTRO. EL ÚNICO QUE PUEDE LLEVARTE A LA META Y EL ÚNICO QUE TE ACOGERÁ AL FINAL DEL CAMINO. BÚSCALO, ENCUÉNTRALO Y CONFÍA EN ÉL. NO MALGASTES TU TIEMPO CON REMORDIMIENTOS. TUS ERRORES DEBEN SERVIRTE DE ENSEÑANZA Y NO LOS REPITAS.