13 de septiembre de 2024

Alfred Adler.

 

Por lo que he visto en su tesis, que resumiré según mi criterio, en este artículo, que se ha compilado en varias ocasiones, porque no dejó nada manuscrito. En esta ocasión, Colin Brett lo titula "Comprender la vida".

A voz de pronto, y en pocas palabras nos habla de sus complejos de inferioridad, de superioridad (el mismo que el anterior pero en cubierta) y de la sexualidad. Como es contemporáneo de Sigmund Freud, algo sobre los sueños, sobre los que difiere con su compañero de profesión. 

Un apunte. En mi opinión, todos éstos psiquiatras son especialistas en la materia porque de alguna manera, ellos sufrieron en primera persona esas "aberraciones" que acarrean esos traumas posteriores. Pero sólo es mi opinión. No obstante, el autor que nos ocupa, no tiene inconvenientes en hablar de su niñez y ahí se ve claramente de lo que hablamos...

Al grano. Con esta lectura me he retrotraido a mi infancia y he recordado los momentos más ó menos traumáticos que pueden hacer que en la madurez te comprometa la felicidad, por decirlo de alguna manera.

Mi intención era hacer una compilación de lo que más me gustó de este libro, pero al final me he decidido a resumir el epílogo que en sí es un resumen del manuscrito.

Nos habla del método de la "Psicología individual" ó social, que comienza y acaba con el problema de la inferioridad, la base de la lucha y triunfo del hombre, así como la base de todos nuestros problemas psíquicos. Una huída hacia un triunfo falso con un complejo de superioridad. 

Sólo cultivando en la niñez un sentimiento social correcto evitaremos estos complejos posteriores.

Por otro lado, el interés y cooperación social suponen la salvación del individuo.

La finalidad de la terapia adleriana es ayudar a ver las cosas de forma diferente.




12 de abril de 2024

Universo 25.

No puedo evitar hacer referencia a este experimento de John Calhoun cuando veo la sociedad actual en la que vivimos. El parecido es algo perturbador, porque a pesar de las quejas de la gente, jamás se ha vivido con más libertad y seguridad que ahora, y sin embargo, el miedo, la apatía y la agresividad social están en auge. 

Voy a copiar literalmente un artículo de la Wikipedia sobre el experimento de referencia, que inició con unas pocas ratas, a las que se les abasteció de todo:


"Para el día 560, la población alcanzó los 2.200 individuos (frente a los más de 3.500 que podría albergar el Universo 25), y para el día 600 su crecimiento se detuvo por completo. Los machos mostraron desinterés y, en ocasiones, conductas agresivas hacia las hembras. Las hembras abandonaron a sus crías, o las descuidaron. Pocos ratones sobrevivieron al destete; a partir de ese día hubo algunas pocas preñeces, pero ninguna cría sobrevivió. Incluso cuando la población volvió a los niveles iniciales del experimento, no se registraron nuevos nacimientos. Los ratones que aún podían reproducirse, como "los hermosos" (“the beautiful ones”) y algunas hembras que se escondían en los niveles más altos de la jaula, habían perdido la capacidad social para hacerlo llegando a mostrar cambios en la orientación sexual. La colonia se dirigió a la extinción. De alguna manera, las ratas experimentales habían dejado de ser ratas, incapaces de tener relaciones sociales. Una especie de "primera muerte", como la definió el propio Calhoun. Una muerte social que precedió a la muerte física."



No obstante, sin ánimo de querer ser un perturbador, insisto en mi teoría de hacer lo que esté de nuestra mano, mientras podamos, dejar de quejarnos y, como decía un conocido mío, "lo que dure, dure"...



7 de abril de 2024

Meditaciones. De Marco Aurelio.

 

Este librito ha caído en mis manos de casualidad.  Aunque está compuesto de 12 libritos más, en mi opinión, con que leas uno de ellos, a ser posible de los últimos, es como si los leyeses todos porque se repite de alguna manera en todos ellos.

En síntesis, quedaría algo así :

1- Todo se repite cíclicamente. Da lo mismo el tiempo que vivas. Por tanto, tanto pierde el que vive mucho como el que no, porque lo único que perdemos es el presente, que es lo único que tenemos. Lo que no tienes no se puede perder.

*En cierta ocasión, en Melianus, he hablado sobre este tema. Sobre si se repite todo, una y otra vez, mismas almas, distintos envoltorios...

2- Lo único que nos guía es la filosofía, manteniendo a nuestro Dios interior sin afrentas ni daños, aceptando lo que ocurra y la parte que le toca, esperando la muerte con buena disposición.

*En todos sus libros, nos habla de la llegada de la muerte como algo natural que puede llegar de cualquier forma y manera.

3- Si miras bien, verás delante de tí, y a tu espalda, el infinito. En esta inmensidad ¿En qué se distinguen el que ha vivido tres días del que ha vivido tres generaciones?

*Mi conclusión : No somos tan importantes como nos creemos.

4- Sólo los locos persiguen lo imposible. Porque imposible, es por ejemplo, que los malos no comentan maldades.

*Me gusta esta parte porque estamos siempre quejándonos de lo mal que actúan otros, como si con ello fuéramos a evitarlo ó a causarles remordimientos de consciencia, cuando lo único que conseguimos es no vivir nosotros.

5- Alguien me ofende. Es su problema. Yo hago lo que mi propia naturaleza me pide.

*No hay más preguntas, señoría...

6- Cuando reprochas a alguien, vuelve a mirarte. El error es tuyo si pensabas que haciéndole un favor obtendrías algo a cambio. Quédate con haber hecho el bien ¿Que más quieres? Si has obrado bien y has ayudado, ya has cumplido con tu función.

*Por tanto, debo retractarme de mis quejas por estos motivos en mi libro Melianus. Me pido perdón.

7- O vives en el mundo que te ha tocado y te has acostumbrado, ó te has ido porque querías, o has muerto y tu misión ha terminado. No hay nada más. 

* ¡Chúpate esa! Es lo que hay.  ¡Deja ya de quejarte, jodeeer!

Y volvemos a empezar :

X- Todo lo que ocurre ya ha sucedido en el pasado, y volverá a ocurrir. Hace referencia a sus antepasados. Todos los espectáculos se parecen: Sólo cambian los actores.

*Estamos hablando del año 150 D.C.




6 de febrero de 2024

Aceptología. Gerardo Schmedling.

 

Como dije en el artículo anterior, gracias a Borja Vilaseca he conocido al autor de referencia.

Es un poco místico, pero aplicable y práctico si no le pones muchas trabas.

Me ha fascinado su módulo sobre la ciencia que estudia la aceptación. La Aceptología como la llama, es una herramienta fantástica para acabar con el sufrimiento, porque según nos cuenta, aquello que no soy capaz de aceptar es la única causa del sufrimiento. Es importante no confundir la resignación con la aceptación. En el primer caso aceptas algo que no comprendes, en el segundo caso sí lo comprendes, y lo aceptas. 

También nos asegura que la única persona que puede hacerte feliz eres tú mism@. Para ello hay que aceptar la realidad de la vida como un orden perfecto, valorando lo que la vida te da.

Necesitas renunciar a idealizar y trabajar con la realidad del Universo, por ende tu propia realidad.

La secuencia de la liberación pasa, y en este orden,  por:

Creer en el Orden Universal (Religión con la Fé).

Saber ciertas cosas (Ciencia).

Saber vivir con el Orden Universal (Sabiduría).

No sólo seguir ese Orden sino respetarlo (Aceptología).

Adaptarse al Orden Universal (Maestría).

No cometer el error de querer cambiar la realidad externa, sino la interna.

Los problemas del ser humano son sólo cuatro:

1-De relaciones humanas por no saber respetar, compartir e integrarnos.

2-Problemas de salud por no saber manejar ni aceptar nuestro cuerpo físico.

3-Problemas económicos por no aceptar el destino de las personas y querer interferir.

4-Problemas de ubicación por no saber adaptarme al lugar que me corresponde. Y ésto vale para todo. El hogar, el trabajo, el país, el planeta...

Y todos ellos suceden por no aceptar el Orden Perfecto del Universo.

Cuando seas capaz de amar y respetar a todos los seres del Universo, verás la vida como es. 

¡Eso se llama despertar!

Para poder aprender debes entrar donde está todo lo que tú permites que te hiera. Así puedes reconocer tus limitaciones y trascenderlas.

Por tanto:

Mantener la paz interior, a pesar de lo que afuera pueda suceder te hace feliz.

Actúa donde estás y hazlo lo mejor que puedas.

Si no puedes evitar el pensamiento (y no puedes),  piensa siempre lo mejor nunca lo peor.

De nuevo insiste en dejar de ofrecer resistencia a la vida, para que ninguna fuerza pueda ir en contra tuya. Ese es el secreto de la aceptación. Entender que jamás podrás perder algo que no necesitas.

Dejemos de querer ser buenos con los demás. Si no he aprendido a solucionar mis problemas, ¿Qué puedo ofrecer a los demás? Sólo mis limitaciones, mis problemas y mi ignorancia. Por tanto, por donde hay que empezar... Por mí mismo, ese es el punto de comienzo de todo.

Cada uno de nosotros es importante para sí mismo; no para los demás... Si comprendes ésto, puedes empezar a querer a otro como a tí mismo.

Cuando no aceptas a alguien/algo por cualquier motivo, yo tengo el problema por no aceptarlo como es. Si alguien comete un delito, es un problema de él, no mío. Si lo juzgo, tengo un problema de no aceptación y ese si es mi problema. El rencor como como pensamiento de venganza no causa daño a nadie sino es a mí mismo, y ésto me impide ser feliz.

Generar la experiencia de no tenerle miedo a nada y poder tener paz interior pasa por aceptar la realidad tal cual es. ¿La acepto? Pues no tengo porqué sufrir.

Y por último, si no puedes hacer lo que quieres dedícate a querer lo que haces. 




2 de febrero de 2024

Las casualidades no existen. De Borja Vilaseca.

 


 "Espiritualidad para escépticos" es la segunda parte del título para este libro, y le pega mejor.

Me recuerda a otros libros donde hay un batiburrillo de cosas redactadas, de forma exquisita, eso sí.

Al principio, el autor me ha parecido un mercachifles de tres al cuarto, promocionando su mercancía para luego venderla, pero debo reconocer que me ha alegrado equivocarme al respecto. Es cierto que al final del libro te deja abierta la puerta a diversos talleres que gestiona, pero créeme si te digo, que si aprovechas bien esta lectura, te vas bien servido.

De hecho, a mí me ha solucionado mi papeleta espiritual. Al final te recomienda la meditación como herramienta de sanación, pero la ves con otros ojos.

Además me ha dejado la puerta abierta a otra ciencia, que es "la aceptación".

Pero bueno (recuerden que solo escribo artículos sobre libros que me gustan), voy a sintetizar escuetamente lo que más me ha gustado. Aunque, ya te digo, que vale la pena leerlo.

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Lo que pensamos que no debería suceder, sí debería suceder. Por eso sucede.

Luchar contra la realidad es inútil. Desear que las cosas sean diferentes a como son, es un deseo imposible. Y la razón por la que seguimos intentando cambiar la realidad es porque no sabemos cómo dejar de hacerlo. Sólo cuando estamos saturados de sufrimiento es cuando el foco de atención cambia de fuera a dentro. Se puede denominar "El despertar".  

Un síntoma de que hemos despertado es darnos cuenta de que nosotros somos la persona más conflictiva de nuestra vida, porque el resto de relaciones vienen a ser como un espejo en el que nos vemos reflejados. Esto pasa con la gente que nos saca de nuestras casillas, por ejemplo. Las consideramos tóxicas e intentamos alejarnos, pero en realidad son de las que más podemos aprender. Esto se debe a que el Ego ajeno despierta el nuestro.

Según Gerardo Schmedling, del que hablaremos próximamente, del mismo modo que terminamos respetando las leyes de tráfico cuando nos cansamos de pagar multas, cuando nos saturamos de sufrimiento comenzamos a obedecer las leyes del Universo.

De hecho, "Aquello que no somos capaces de aceptar es la única causa de nuestro sufrimiento". Dicho de otra manera, "La causa de nuestra infelicidad es nuestra incapacidad de aceptar y fluir con lo que ocurre".

Para terminar, un dicho Hindú que, si mal no recuerdo, ha puesto en varios de sus libros, y con el que estoy totalmente de acuerdo, sobre todo en el tema que nos atañe:


Al final todo sale bien. Y si no sale bien, es porque todavía no es el final.